lunes, 8 de marzo de 2010

Terremoto de Chile, vivencias reales

Hola queridos amigos:
Acá estamos, rearmándonos de nuevo. El terremoto fue terrible!! Todavía lo recuerdo y me parece que fue una pesadilla. Nosotros tomamos a las nenas y nos pusimos cada uno en el marco de una puerta con las manos tomadas, como podíamos, porque los sacudones eran tan violentos que nos costaba mantenernos en pie. Yo quedé con moretones en el brazo y en el muslo por los violentos golpes que me daba el muro. Después bajamos en bata y pijama, con frazadas y todos los vecinos nos encontramos abajo y nos quedamos juntos hasta que nos pareció que no iba a haber otro terremoto o réplica fuerte. Quedaron restos de escombro por todos lados, polvillo y la gente llena de miedo, elementos que te confirman que pasó una tragedia. Es que la mente juega con uno porque es tan impactante que trata de elaborarlo de alguna manera, una es haciéndote ílusionar de que fue un sueño. Una vecina mayor de edad, quedó atrapada en el segundo piso de su depto, porque vivimos en un depto de dos pisos y los dormitorios están arriba, así que Egui le ayudó a sacar los muebles de la escalera para poder bajar, otra vecina con su hija fueron ayudadas por sus vecinos para salir por el balcón porque la puerta de enfrente se les había trabado, y así todos nos ayudábamos en lo que podíamos. Pero nadie falleció aquí, sólo por el amor misericordioso de Dios. Fue tan fuerte, que no se puede creer que todos todos estamos vivos.

Super agradecidos de Dios porque estamos sin un rasguño. Con Egui nos cortamos un poquito porque hay vidrios en todas partes. Nosotros vivimos en un 5º piso y se nos cayó todo... se nos quebró todo y la heladera, los muebles se corrieron como 2 metros. Se nos agrietó un poco el depto, pero a casi todos les pasó. Pero dentro de todo se ve el milagro de la mano protectora de Dios, porque lo único que lamentamos son las cosas materiales ya que estamos ilesos.

Como muchas personas, estoy con estrés post traumático, siento un golpe o un grito y me pongo a llorar. Nos es difícil dormir por el miedo, ya que hay réplicas a cada rato, algunas fuertes, otras leves, algunas largas y otras cortas. Pero repitiendo versículos, orando, logramos dormir aunque sea algunas horas seguidas. En muchas familias, hacen turnos, mientras unos duermen, otros están haciendo vigilia. En la noche se sienten tantas conversaciones de gente como en el día.

Agradezco a Dios a cada rato porque estamos con vida y salud y podemos seguir viviendo en nuestro depto, cuando tantos están refugiados en los albergues o en casa de familiares o acampando frente a sus deptos, en la calle. Aunque lleno de polvo y restos de escombro que se cayeron de las paredes, vamos recuperando de a poco nuestro hogar. No paramos de levantar cosas. Tenemos agua y luz, con cortes en algunas horas pero tenemos, también anda el teléfono e internet. Gracias a Dios, nos pudimos comunicar con nuestros seres queridos a las 2 horas del terremoto porque tanto mi mamá como la mamá de Egui, estaban temblando cuando se enteraron del terremoto.

1 comentario:

  1. cuanto me alegro que a pesar de todo puedas contar lo vivido y mas aun dando gracias a dios despues de haber vivido tanto miedo y ver seguro tanto sufrimiento de otros que la pasaron peor que tu, te mando un abrazo desde mi ciudad concepcion del uruguay entre rios, ojala esto termine pronto porque por lo visto siguen las replicas , besos!!!

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