ADRA En HAITI. MARZO 2010

La pupe destartalada que aun asi dibuja esas sonrisas.

Graffitis agradeciendo a ADRA por la ayuda… les aseguro que no los pintamos nosotros

Les conte que les iba a presentar al compatriota que llego el lunes: Eric! a punto de descubrir que unos simples tallarines pueden demorar casi 2 horas para ser servidos… Haitian time!Qué bueno tener otro

Voluntarios que visitan el campamento para constatar que los niños no acompañados estén cuidados.

Carlo se merece una mención especial, es el director financiero de ADRA Haiti, víctima del terremoto, su casa ha sido afectada, pero cada día tiene una disposición y amabilidad que lo hacen admirable.

Robinson pidiéndome un “machine”

Les presento algunos de los gigantes

les dije que parecía que no se había hecho nada?

Lluvia y caos

mi oficina (cuando esta ordenada : )

Alimentos en el depósito de ADRA

Actividades recreativas con los niños, con la ayuda de un grupo de animadores de OIM (organismo internacional de ayuda a los desplazados)

Haiti, 11 de Marzo 2010
Queridos:
Mañana se cumplirán 2 meses del día en ocurrió el desastre más devastador de la era moderna, de acuerdo a los informes de Naciones Unidas. En este caso no tiene que ver con los grados en la escala de Richter, sino con la pérdida de vidas humanas y con la situación en que aún permanece la gente. Eso sin considerar lo material, que curiosamente es muy inferior a las pérdidas materiales en Chile, por ejemplo. Las tragedias no tienen una sola forma de ser medidas, es más, nunca podrán ser medidas totalmente porque siempre habrá un aspecto más a considerar.
Como les comente en mensajes anteriores, la pobreza ya mostraba su rostro más perverso en este lugar antes del sismo, pero este evento vino a completar el cuadro de miseria y a la vez a sacudir al mundo que ignoraba voluntaria o involuntariamente lo que puede llegar a sufrir la gente por razones tan básicas como no tener quien los defienda o represente, o por estar del lado equivocado del planeta económico. Gracias a Dios ese no es el único rostro que encontré en Haití. Claro que sigo viendo pobreza, suciedad, precariedad y tristeza. Pero también he descubierto que esta es una tierra de gigantes. Seres humanos que le hacen frente a la adversidad con la única herramienta que puede vencerla: la fe. Personas que tienen la capacidad otorgada por Dios de seguir siendo amables y felices durante el día cuando les toca dormir desde hace 2 meses en el piso frio y muchas veces húmedo. Que no pierden la sonrisa franca y autentica aunque amanezcan empapados y embarrados porque llovió durante la noche y no tuvieron lugar donde cobijarse. Que de un pedazo de bolsa de basura y unos cuantos gajos de árbol arman un barrilete que los hace mirar hacia arriba y sonreír. Que cantan con un fervor que nunca oí, cuando repentinamente las luces del campamento se cortan y quedan en la más completa oscuridad. Son gigantes de todas las edades, sin distinción de género y con un brillo fuera de lo común en sus ojos.
Nuestro día a día nunca es rutinario. La mañana generalmente me encuentra en el campamento, compartiendo gratos momentos con los niños, con los voluntarios y devolviendo el saludo alegre y cordial de cientos de personas que con su “Bon jour” me refrescan el día. Esta semana no ha llovido desde el lunes, gracias a Dios, pero estos dos últimos días fueron de un calor agobiante. Un gran sector del campamento carece de sombra y debido a las lluvias han sido cubiertos por grandes lonas plásticas que producen lo que llamo un “efecto invernadero” en las tolderías que cubren.
El campamento ha prácticamente duplicado su tamaño, lo cual sigue preocupándonos y mucho. El hacinamiento se acentúa y los recursos al tener que ser divididos en mayor cantidad de personas se hacen más escasos. Pero a la vez, si podemos aliviar a más personas… gracias a Dios por eso. Nuestros programas siguen su curso normal, con algunos materiales nuevos que hemos recibido y con el mismo entusiasmo de los voluntarios.
La distribución masiva de alimentos es otro de los grandes desafíos del trabajo de ADRA en este lugar. Antes se repartía arroz solamente, pero ahora son varios alimentos los que se reparten a las personas: arroz, frejoles, aceite y sal. (creo que otras cosas mas pero no estoy segura) Día por medio tenemos decenas de camiones descargando alimentos en el predio de ADRA y cientos de voluntarios empaquetándolos y volviéndolos a cargar para su distribución en los más de 60 puntos en Carrefour. Miles de familias por semana son atendidos con este servicio.
Las atenciones de salud siguen siendo muchas y variadas, muchos casos psicosomáticos (dolores de cabeza y estomago producto del stress post traumático), deshidratación por el calor intenso, cortes, golpes, resfríos por la lluvia y la baja de temperatura días pasados, hasta algún caso de mordedura de perro y muchos casos de diarrea por cuestiones de higiene. Las vacunaciones siguen cada día procurando alcanzar a los más de 15 mil refugiados (el campamento es casi del tamaño de mi Viale querido, en cantidad de personas, pero en un espacio muy reducido)
Hay un aspecto curioso que quiero compartirles y que he ido observando en el transcurso de las semanas que estoy por acá, y son los personajes que forman parte del “paisaje humanitario”. Es sabido que en las emergencias aparece todo tipo de individuos con diferentes intenciones y motivaciones. Es muy interesante observar, especialmente en las reuniones de los comités donde me toca participar o en otros lugares donde circulan grupos extranjeros, a personas casi salidas de las películas. Me cruce hace unos días en el albergue donde estamos viviendo con un caballero que lucía un atuendo digno de una de las tantas guerras que sucedieron hace poco (quizá no tuvo tiempo de cambiarse), traje camuflado, gorro al tono, diferentes herramientas colgándoles del cinto, del cuello, de los hombros, radios y transmisores que lo hacían semejar a un insecto con varias de patitas y antenas y para completar una de esas mochilas que portan agua, y mientras hablaba por uno de los tantos aparatos tomaba unos sorbitos de un liquido amarillento. Así como vino… se fue. No lo juzgo sino solo describo su peculiar estilo. Tengo varios otros que les voy a ir contando más adelante.
De acuerdo a los estudios realizados en otros mega- desastres, las victimas pasan por diversas etapas, al menos 4. La primera es la del heroísmo, donde todos procuran salvar sus vidas y las de los otros y ocurre durante el desastre e inmediatamente después. La segunda es la del entusiasmo y la emoción en la que hay un fuerte sentido solidario, todos se ayudan entre todos y viven juntos protegiéndose y son inundados con promesas de ayuda externa y bienestar inmediato. La tercera es la de la desilusión, porque como bien imaginaran, muchas de esas promesas tardan en cumplirse o directamente les fallan. El hecho de vivir todos juntos ya comienza a resultar molesto y cada uno empieza a procurar por su propio bienestar. En estos momentos el pueblo haitiano está en la transición de la segunda y tercera etapas. Lo vemos a diario y es muy comprensible que así sea. Imagínense que más de 40 organizaciones humanitarias internacionales ya se han retirado de Haití y el país luce como que no se ha hecho nada (o demasiado poco) aun. El tema de seguridad es uno de los más cruciales ahora, tanto para las personas locales como para los extranjeros, así que como ADRA estamos extremando los cuidados en todos los aspectos. La última etapa es la reconstrucción o rehabilitación tanto de vidas, familias, infraestructura y economía y es en esta etapa donde la gente finalmente toma la iniciativa de hacerle frente a la situación y utiliza sus propias fuerzas y recursos para hacerlo. Todo este proceso puede llevar años.
Las preguntas más comunes en estos días son: cuando empiezan las clases nuevamente? (recuerden que el campamento de refugiados esta en el campus de la universidad adventista, imaginen que cualquiera de las universidades que conocen de repente se ve invadida por 15 mil personas que acampan en su predio, es para preguntarse eso y mucho mas, no?)
Otras preguntas son: Que vamos a hacer cuando empiece en serio la temporada de lluvias? Y la que más me toca el corazón es: Ustedes no se van a ir, no? Hay varias respuestas posibles para cada pregunta, pero la única real hasta ahora es el silencio. Cada día oro a Dios para que estas y muchas otras preguntas tengan pronto una respuesta concreta, porque todos nos las merecemos.
Ayer estuve acompañando a los voluntarios que hacen el registro y monitoreo de niños que han quedado solos luego del terremoto y que viven en el campamento. En una de las zonas donde estuvimos recorriendo, se me acerco un hermoso grupo de niños y comenzamos a conversar. Me mostraron que estaban jugando con una muñeca, en realidad los despojos de una (bizca, con los cabellos apelmazados), pero se turnaban para tenerla, le cantaban o la sacudían un poco y se la pasaban a otra niña. Una de ellas me dijo algo como “pupe” y le pregunte a mi traductor Arnel que decía y me respondió: te está diciendo que le gustaría tener una muñeca. Y enseguida vino un varoncito y me dijo que quería un “machine” que significa un autito. Yo recordé mi propia colección de muñecas cuando era niña, y pensé en cuantas muñecas y autitos de juguete estarán juntando polvo por ahí pudiendo alegrar la vida de estos pequeños. Me despidieron con muchísimo cariño y me fui caminando e imaginando que lindo seria…
Este viernes 12 de Marzo no va a ser un día más para el pueblo haitiano, es que ese número quedo marcado a fuego en el inconsciente colectivo. Háganse un tiempito para orar por ellos, para contar y saborear las muchas bendiciones que tenemos y para pensar en alguna forma práctica de compartir con ellos algo de lo mucho que Dios nos da cada día. Ninguna idea es demasiado disparatada que no pueda concretarse… quien sabe, quizá pronto esa vieja y destartalada muñeca pueda ser reemplazada por alguna nueva, o varias.
Les mando un abrazo fuerte a cada uno
Gracias por seguir orando y recordándonos. En esta tierra de desafíos enormes y de gigantes de la fe Dios se sigue manifestando nítidamente no solo en general sino también en nuestras vidas particulares, lo he experimentado con mucha claridad en la mía esta semana. Gracias a Dios por ser tan concreto y real.
Bendiciones!
Patry