viernes, 19 de febrero de 2010

Desde Haiti











Esta es una carta de Patricia Muller, ella trabaja en ADRA y fue a ayudar en Haiti. Esta es una primera carta de su experiencia

Mis primeros dias en Haiti han sido de multiples sensaciones, no se puede describir con palabras lo que solo se percibe por los sentidos, pero no quiero enfocarme en lo malo, terrible, espantoso que la gente esta viviendo, sino también encontrar dentro de todo el caos que hay, algunos aspectos positivos e inspiradores.
Desde que llegue no he parado de andar, organizar, buscar recursos, conversar con la gente, apoyar en diferentes tareas, en fin, todo nuestro esfuerzo sigue pareciendo una pequeña gotita en el mar, pero asi y todo vemos que esa gotita produce alivio, bienestar y esperanza en las personas.
He conocido gente maravillosa en este lugar, de todas las edades y de todos los contextos, tanto locales como extranjeros.
El campamento de ADRA esta en el campus de la universidad adventista, una verdadera ciudad de carpas, tolderías y gente durmiendo a la intemperie. Los recursos tardan en llegar porque el puerto aun no esta operativo y los aviones de carga están en lista de espera. La mayoría de las donaciones vienen via terrestre desde R Dominicana, pero el camino es muy feo y hay una recarga de transito muy peligrosa (vine por ese camino y les aseguro que da miedo)
Al pasar los días la gente se esta volviendo menos tolerante, el poco descanso, la precariedad de sus albergues hacen que se vuelvan violentos y agresivos. En estos dos últimos días, el porton de entrada del predio de ADRA ha estado constantemente acechado por personas intentando saquear los cargamentos. Tenemos apoyo de la policía de Naciones Unidas y también de los Marines de USA. Además de la guardia privada que hay en el lugar. Realmente esta gente sufre mucho, y aunque hacemos todo lo posible, nunca es suficiente el alimento, ni el agua, ni los elementos básicos. Imagínense lo que es construir un sistema sanitario entre los escombros, para tal cantidad de personas. Además del campamento de refugiados, ADRA distribuye alimento en todo Carrefour, que es una ciudad satélite de Puerto Principe donde viven aproximadamente 500 mil personas.
Esta semana que paso tuvimos que ir por el centro de la ciudad, y no pude aguantar el llanto al ver tanta destrucción, los grandes edificios destruidos totalmente, los niños jugando entre los escombros, bebes sin ropa sentados en el medio de charcos de agua podrida, olores nauseabundos provenientes de los edificios aun sin remover, en fin, se puede ver y sentir a la miseria en su máxima expresión, pero increíblemente cuando le sonreís a un niño o a un adulto, te devuelven la sonrisa y se les ilumina el rostro. Se ve mucha gente caminando, muchos de ellos con las miradas perdidas, vacías. Incluso en el campamento, es muy común ver a personas sentadas en el suelo con el rostro bañado en llanto, o simplemente mirando al cielo fijamente.
Me toca coordinar el programa post trauma para todas las personas del campamento pero especialmente para los niños. Hemos estado entrenando gente, con dos doctoras en psicología que vinieron de Loma Linda, y tenemos un hermoso equipo de unas 100 personas listas para trabajar con los mas de 4 mil niños que tenemos en el lugar. Cuando nos ven caminando por el campamento empiezan a gritar “Blanc, blanc!” y nos saludan con sus amplias y blancas sonrisas. Estoy totalmente enamorada de esos niños. Todo lo que han vivido, y sin embargo sonríen.
Siguen habiendo muchas replicas, anoche hubo una bastante fuerte, 4.6 grados, que me despertó, pero fue muy breve, gracias a Dios y pude seguir durmiendo.
El equipo de trabajo es muy bueno, tenemos gente de diversos lugares, pero todos unidos en la misión, lo que me hace sentir muy privilegiada de formar parte del mismo.
Les aseguro que nunca imagine que las oraciones fueran tan concretas, palpables, visibles. Dios se manifiesta de una manera singular e inconfundible en este lugar. Hoy justamente había estado conversando con un par de personas muy afectadas por todo esto y mi corazón se entristeció por no poder hacer mas por ellos que darles un abrazo, escucharlos y compartir sus lagrimas, pero cuando volvi a la oficina, en el deposito estaban descargando un camión y los voluntarios se pusieron a cantar en diferentes voces, como un coro, himnos de alabanza. Se me puso la piel de gallina al escuchar la fuerza, la pasión con la que cantaban mientras descargaban el camión. Nunca sabran que sus voces fueron una caricia del cielo para mi corazón.
En fin, vienen muchísimas a mi mente, pero no quiero cansarlos con tanta cosa, solamente quiero terminar con un testimonio de un voluntario de ADRA que me impacto, el estaba en la ciudad, andando en auto cuando ocurrió el terremoto. Veía los edificios oscilando, detuvo su coche y se tiro al suelo al lado, bien pegado al vehiculo. Edificios cayeron sobre el vehiculo, mucha gente a su lado murió, pero el quedo en el famoso triangulo de la vida formado por el suelo, el vehiculo y las paredes y de esa manera salvo su vida.
La estación de lluvias debería comenzar pronto, pero estamos orando mucho para que eso no ocurra y se demore lo mas posible, porque eso produciría muchísimas otras consecuencias, sin edificios donde refugiarse, con la contaminación reinante y con las pestilencias que esto acarrearía.
PATRY

PARA SEGUIR AYUDANDO
• Banco Galicia, Sucursal Florida, Buenos Aires
• Nombre de la Cuenta: AGENCIA ADVENTISTA DE DESARROLLO Y RECURSOS ASISTENCIALES
• Cuenta Nº: 6721-2 / 056-7
• CBU: 0070056620000006721279
• Y envíe un mail a adra@ua.org.ar para confirmar el depósito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario